Hoy es un día muy especial para todos los argentinos, sin distinción de banderías. Para todos los que amamos a nuestro país, los que amamos la paz, la justicia, la ley.
Hace veinticinco años comenzaba un ciclo de estabilidad democrática como hacía décadas no se daba en nuestra tierra.
Luego de años en que predominaron las negativas irreductibles, las oposiciones sangrientas, los "anti" de un lado y del otro, la violencia generalizada, la falta de apego a la Constitución Nacional, la censura, la tortura, en definitiva: la muerte, comenzó una larga transición. Ese 30 de octubre de 1983 renacían la esperanza y la alegría. Un pueblo callado, apático, triste, con las heridas abiertas del accionar de la guerrilla, el golpe de Estado, la represión ilegal y la muerte de sus jóvenes en nuestras Islas Malvinas, despertaba y volvía a ganar las calles...y volvía a sonreir... y volvía a cantar...
El primer presidente constitucional de esta nueva Argentina fue el Dr. Raúl Alfonsín quien, más allá de sus aciertos y errores, más allá de las ideología políticas, es reconocido como el mandatario que logró, con el esfuerzo de la inmensa mayoría de los argentinos, la consolidación del sistema democrático. Además de un sistema, un estilo de vida en donde se dan el debate racional de las ideas, el disenso, la construcción colectiva.
La Democracia tiene muchas cuentas aún pendientes. Hubieron avances y retrocesos. Pero está más viva que nunca y requiere del sacrificio y la participación desinteresada de todos nuestros compatriotas.
Como cristiano, como argentino, como hombre del derecho y la educación, como hijo, esposo y padre, quiero dar gracias a Dios porque, más allá de nuestras constantes torpezas, nos ayudó a consolidar esta forma de gobierno, este encuentro de todos los argentinos; nos sostuvo para superar crisis de todo tipo. Sentimos en nuestro corazón una gran carga por nuestra amada Patria por eso queremos humillarnos, una vez más, para llegar con toda oración y súplica al Trono Celestial y pedir que nos sostenga, para que bendiga al pueblo, para que el Espíritu Santo se pasee desde Ushuaia a la Quiaca, desde la cordillera hasta el mar, tocando corazones , llamando al arrepentimiento, poniendo sed y hambre de Dios, sed y hambre de Justicia. Que nunca más la muerte se imponga sobre la vida. Que no tengamos más niños que mueran de hambre. Que quienes violen las leyes reciban su merecido. Que bendiga y abra los ojos y corazones de nuestros gobernantes para hacer el bien. No dejemos de dar gracias y no dejemos de suplicar, en el nombre de Jesús.
Feliz Día de la Democracia!! !!!!!!!!! !!
Dr. Hugo Turrini
No hay comentarios:
Publicar un comentario